El significado de los sueños eróticos desde la perspectiva junguiana

Los sueños, al igual que  otras expresiones de lo inconsciente,  como las fantasías o los síntomas, poseen, desde la perspectiva de  la psicología junguiana,  una finalidad y una función al interior del  proceso de complejización y maduración de la personalidad, denominado por  Carl Jung como proceso de individuación. 

Se propone que la principal funcionalidad de los sueños es la de la compensación, es decir, la corrección de los desequilibrios, de la unilateralidad de alguna actitud o  perspectiva consciente que ha dejado de ser funcional. Esta corrección promueve en la psique  la construcción de estructuras cada vez más complejas e integrales.

La sexualidad,  por su parte, es para la psicología junguiana,  una pulsión interna que se experimenta como atracción hacia una otredad,  como una fuerza que nos invita a vincularnos, a establecer relaciones. 

La sexualidad irrumpe con  intensidad en la adolescencia funcionando como un motor para que el individuo salga de la esfera familiar infantil y se relacione con otros,  con los extraños. Es  un factor indispensable para asegurar la preservación de la especie.  La sexualidad permite y promueve la experiencia del nosotros, del pertenecer. 

Arquetípicamente la sexualidad tiene que ver  con Eros, el gran vinculador, relacionado con la pasión, la vitalidad, lo anímico, el profundo interés.  También con el caos, con lo  que perturba el orden establecido. El  Eros disuelve lo que nos separa y nos atrae a la experiencia de la unidad. Lo erótico se experimenta como  deseo de fusión en un otro,  de morirme en un otro, que a la vez y  paradójicamente nos da la sensación de estar plenamente vivos.

La libido como energía vital

Una de las primeras y principales discrepancias de Jung con respecto a Freud fué con respecto a la naturaleza de la líbido. Para Jung, la líbido  no sólo se refería a una energía de carácter sexual, como lo planteó Freud, sino que la consideró una energía vital más abarcadora que incluye el anhelo de totalidad, de trascendencia, de significado, de sentido.   La libido para Jung es el fundamento  de la producción simbólica, de la imaginación y  de la creatividad. 

 El sueño de contenido sexual puede funcionar de  manera similar a la sexualidad misma en el mundo exterior,  promueve y convoca  al soñador a una relación. Pero en esta ocasión, a una relación con el mundo interior, con el mundo de las imágenes, de los símbolos. A una relación entre los personajes y necesidades que le habitan, aspectos que Jung denominó como los complejos afectivos.

Los personajes que nos habitan

Los complejos afectivos  hacen referencia a  un conjunto de emociones, imágenes y fantasías inconscientes que  nos promueven determinadas formas de pensar, sentir y actuar.  Pueden entenderse como una especie de sub-personalidades que  con algún grado de autonomía, perturban la conciencia.

Los complejos son los elementos constitutivos de la psique por lo tanto no pueden considerarse en sí mismos como  negativos.  La constelación de los complejos genera una activación psíquica que nos estimula para elaborar maneras de abordarlos e integrarlos; son por lo  tanto motores para la transformación y ampliación de nuestra consciencia.

Los complejos tienen la facultad de personificarse en nuestro sueños, y se constituyen, según Jung, en los guionistas, directores, actores y escenarios de nuestro mundo onírico.

 Los sueños comunican 

Mientras estamos soñando  fisiológicamente se produce una inhibición motora que nos compele hacia la realización simbólica de los estímulos y contenidos que le subyacen. 

Jung, a diferencia de Freud, no abordó los sueños como el resultado de una distorsión o un disfraz. Los asumió como productos naturales que buscan comunicar, no ocultar.  El hecho de que nos parezcan extraños es  porque su lenguaje es simbólico, metafórico, por lo tanto requiere ser interpretado, decodificado. 

Lo simbólico, para Jung, es la mejor expresión de algo que no puede ser conocido en su totalidad,  que no puede ser abordado únicamente desde el pensamiento racional.

 El símbolo posee un potencial transformador. Jung consideró que los sueños cumplen su función autorreguladora de las psique aunque no los recordemos o comprendamos, pero su estudio e interpretación aumenta y acelera su eficacia.

Interpretación subjetiva y objetiva

Los sueños eróticos  se consideran como  una expresión de la dinámica de la propia psique y revelan aspectos de nuestro mundo interior. No son expresión, por lo tanto, de  deseos o fantasías  ocultos que estemos reprimiendo o negando  hacia otras personas y muchos menos de sentimientos o deseos  de otras personas  hacia nosotros.  

El abordar los personajes, escenarios, objetos y situaciones del sueño como aspectos de la propia psique se  le denomina  interpretación subjetiva y es la que predomina en la aproximación junguiana.

Se contempla también que los sueños con personas con las que mantenemos  en vigilia una relación estrecha   nos pueden estar brindando una perspectiva, un punto de vista sobre  la relación con esa persona  de la que no somos suficientemente  conscientes. 

A lo anterior se le denomina   interpretación objetiva. Es relevante para la interpretación   indagar el porqué  puede ser significativo para el soñador  el ser consciente de esa perspectiva sobre dicha relación  en ese  particular momento de su vida. 

La interpretación subjetiva y objetiva de los sueños no son excluyentes y pueden llegar en muchas ocasiones  a ser complementarias. 

Los sueños eróticos como unión  

Lo erótico en los sueños puede aludir a distintos niveles de lo arquetípico.  Desde lo más animal, instintual o fisiológico; pasando por la necesidad  de vinculación, al aspecto más sutil o profundo, relacionado con la conjunción alquímica de los opuestos, al matrimonio místico, la integración de los opuestos complementarios. 

La conjunción mística considerada por Jung como una imagen de la meta del  proceso de individuación puede expresarse oníricamente  además de como actividades sexuales, como un matrimonio, una danza, figuras mandálicas o andróginas.  Imágenes relacionadas se encuentran en los tratados alquímicos los cuales fueron para Jung la mejor expresión proyectiva  del proceso de maduración y refinamiento de la personalidad.

Es significativo que el lenguaje y las imágenes relacionadas con la experiencia mística,  con el encuentro con lo numinoso, con lo sagrado, que hace parte de diversas tradiciones, guardan importantes similitudes  con el lenguaje y   las imágenes poéticas acerca del encuentro erótico entre los amantes. 

Los sueños sexuales pueden ser, entonces en, ocasiones, un símbolo de unión, de integración, de síntesis de lo que representan los personajes que hacen parte del vínculo erótico onírico. 

Son la manera como la psique procura abrazar aquello que es un factor de maduración o de equilibrio, de ampliación de consciencia. Hacen parte del proceso del despliegue paulatino del individuo como un ser humano integrado y completo, que va trascendiendo a lo largo de la vida  la unilateralidad, que va armonizando las diferentes sub-personalidades y necesidades que le habitan. 

Se puede soñar que se tienen relaciones sexuales o presenciar que otros lo hacen.  Del sueño erotico pueden hacer parte personas con las que tenemos relaciones estrechas, con conocidos con los que no volvimos a tener contacto o personas no reconocemos. Pueden aparecer también  personajes mitológicos o históricos, lugares con falos descomunales, vaginas dentadas etc.

 Es usual  que se vayan transformando  o mezclando las cualidades o características de los diferentes personajes.   Una pareja actual  que luego adquiere características de una expareja. Un desconocido que tiene algún aspecto relacionado con  el padre o la madre. También pueden ser de un género en un momento y luego de otro. 

Los sueños como compensación de la actitud consciente

Atendiendo a la función compensadora  de los sueños, desde la perspectiva de la psicología junguiana se considera indispensable para la interpretación conocer la actitud consciente del soñante.  

Imágenes similares de un sueño en distintas personas pueden adquirir significados incluso opuestos dependiendo de las particularidades del soñante, de su momento vital y  de sus particulares asociaciones con respecto a los contenidos del sueño.  Es por esta razón que los diccionarios de significados de sueños se consideran poco útiles para poder explorar el sentido singular que puede tener un sueño  para cada persona. 

Ante un sueño erótico entonces el primer paso es indagar sobre la actitud y la experiencia consciente del soñante con respecto a la sexualidad.  Si hay una inhibición o frustración de la vivencia de la sexualidad en la vigilia esta se potencia en lo inconsciente generando sueños de contenido sexual que ayudan a aliviar, a compensar,   la falta de actividad en este ámbito. 

Sumergirse en las imágenes y las sensaciones

Los sueños eróticos suelen evocar  diversas emociones y sensaciones  no sólo placenteras sino también desagradables o claramente perturbadoras. Pueden estar presentes sentimientos de vergüenza, rendición, devoción, pasión, amor, vulnerabilidad.  Nos podemos sentir  explotados, violentados, coaccionados, amados, deseados, rechazados. Pueden ser evocadores  de experiencias de dominación o sumisión.   

Es relevante    para la interpretación del sueño  explorar qué en nosotros  o de qué manera se puede estar sintiendo de esa manera.  El ser violentado,  por ejemplo, como metáfora, puede aludir a forzar un aspecto  hacía un lugar que no se elige o que  no le corresponde.  Aquello nos puede hacer reflexionar con respecto a si estamos violentando o permitiendo que sea violentado algún aspecto de nuestra personalidad.

La interpretación de un sueño desde la perspectiva junguiana no es simplemente  un ejercicio intelectual.  La intención es procurar sumergirnos en las imágenes, en los símbolos y en las sensaciones que  rodean los sueños pues en esa afectación donde reside su impacto transformador.  

Para favorecer la experiencia inmersiva  del sueño resulta  apropiado  que los registremos en nuestro diario de sueños  en primera persona, en presente y que procuremos describir también las sensaciones y emociones presentes.

Erotismo cómo profunda afectación

Para desentrañar el posible significado de un sueño sexual es relevante indagar  lo que pueden simbolizar o representar para el soñador  las personas que hacen parte del sueño. 

El sueño erótico, por ejemplo,  con una figura de autoridad como una jefa  o  un líder político puede representar que nuestro ego se encuentra en un movimiento de interiorización de las  cualidades o características que podamos asociar con ese personaje en particular.  Puede ser la capacidad  para tomar decisiones, de asumir actitudes de liderazgo etc. 

 Una manera de acceder al significado de un sueño erótico  puede ser jugar  traducir “tuve sexo con mi jefe en un sueño” a durante el sueño estuve procurando relacionarme íntimamente o estuve integrando mis capacidades  de ejecución o de decisión.    Podemos imaginar ser “penetrados”,  “cogidos”, “humedecidos” esto es, ser afectados profundamente   por una idea, por una actitud, por una nueva perspectiva.  La hipótesis es que en un sueño erótico  nos estamos  involucrando íntimamente, mezclando, con algún aspecto que está promoviendo una maduración, un equilibrio interno, la  sanación de una herida.

Los sueños eróticos tienden puentes hacia nuestros aspectos desatendidos o no suficientemente cultivados. 

Lo arquetípico en los sueños 

Cuando los personajes de los sueños no son personas que conocemos  y  con las que podamos hacer asociaciones personales se presupone que en el contenido predominan entonces más los componentes arquetípicos. 

Lo arquetípico tiene que ver con lo instintivo en los seres humanos. Los arquetipos funcionan como mecanismos de autorregulación y  promoción del desarrollo psíquico. Pueden entenderse como  patrones universales que  es posible identificar en imágenes y personajes de las  mitologías e historias de todo tiempo y lugar. Son vistos también como contenedores y transmisores de la sabiduría común a toda la humanidad. En el individuo se encarnan a través de los complejos afectivos, teñidos y matizados con las experiencias culturales y de la historia personal

Lo arquetípico se experimenta como los filtros con lo que interpretamos la realidad, las motivaciones internas a vivir ciertas experiencias. Los dioses internos a los que necesitamos rendir culto. Los demonios que exigen tributos o atención al interior de nuestra psique.  

Conviene indagar entonces con respecto a lo arquetípico de los personajes y situaciones de nuestros sueños. Explorar a qué necesidad primordial se encuentra aludiendo. Qué tipo de experiencia necesaria se encuentran promoviendo.

 Un sueño erótico con una prostituta  puede estar aludiendo por ejemplo  a la imagen de la prostituta sagrada, a las vírgenes negras, a Isis, a la necesidad de la integración de lo femenino oscuro renegado y reprimido.  

Lo femenino oscuro tiene que ver con los ciclos de la naturaleza que necesitan ser reconocidos y contemplados;  con la imaginación  que se complementa con el pensamiento racional; con la ética del cuidado del planeta y de la diversidad indispensable para la sostenibilidad.  

El sueño erótico con un mafioso o un ladrón, puede estar aludiendo a un aspecto vinculado con Hermes, el mensajero de los dioses,  relacionado con el comercio, la diplomacia, la astucia, el cruce de caminos. Lo Hermético en la psique es un aspecto necesario para favorecer  las transiciones, cuando necesitamos tender puentes entre dos mundos, dos etapas de nuestra vidas, entre diferentes prioridades, intereses o perspectivas. 

Una orgia puede  aludir a  lo Dionisiaco, esa energía subterránea que surge para compensar la enquistada predominancia de los valores apolíneos con los que se ha identificado la humanidad desde que ha catapultado a la razón como esencia de lo humano. Lo dionisiaco se encuentra relacionado  con la emocionalidad, con el cuerpo, con lo natural y lo primigenio. Promueve la vinculación con la familia humana en compensación de la paranoia colectiva y la desconfianza hacia los otros. 

Un sueño erótico con el terapeuta, con una médica o un chamán,  puede ser un intento de estrechar el vínculo emocional y de confianza en el proceso psicoterapéutico, con lo sanador arquetípico en nuestra psique. 

Amplificación e imaginación 

La indagación de lo arquetípico se realiza a través de la amplificación. Esta consiste en acudir a imágenes de la mitología, el folclore, el arte, películas e historias  que podamos relacionar con las imágenes de los sueños.  

La amplificación nos aporta un marco comprensivo más amplio a nuestros dramas personales y brinda posibles caminos de actuación basados en la experiencia humana de millones de años.  

Para interpretar los  sueños es importante cultivarse en el mundo simbólico, de la imágenes, de las expresiones artísticas, pero sobre todo es indispensable permitirse imaginar mundos posibles, jugar con las historias y personajes que nos proporcionan los sueños.  

El rapto arquetípico

El rapto y la violación son temas arquetípicos que aparecen una y otras vez en historias y mitologías de todo tiempo y lugar.  Quizás la historia más popular que contiene el tema del rapto-violación es la de la doncella Kore-Persefone,  quien fué abruptamente separada de su madre Deméter y llevada por la fuerza al inframundo, al dominio de Hades. 

En el hades, Kore sufre la muerte simbólica de su candidez e inocencia, renaciendo como Perséfone,  la dama del inframundo, que abraza e integra  la oscuridad y complejidad de la madurez. Core se transforma en Perséfone desplegando su singularidad más allá de las expectativas infantilizadas parentales. 

Una de los posibles interpretaciones de una violación, un rapto o las comunes persecuciones en un sueño puede ser el transito necesario de  nuestra psique por una iniciación, por la integración de un aspecto de la  sombra, de lo potencialmente consciente.  

Las  experiencias de iniciación suelen ser rechazadas  por un aspecto de nuestra psique que anhela permanecer en estado de infantilidad, que teme perder y abandonar la posición ya alcanzada. Sin embargo existe una energía más poderosa aún que inevitablemente nos conduce a la transformación y complejización. Otra manera en que se  puede representar ese rapto, es el enamoramiento, caer en una trampa, la posesión por un espíritu o un demonio.  

Hay  sueños  de violaciones o abusos que pueden ser  la recreación de experiencias  por las que ha pasado la persona en algún momento de su vida. En estos casos, los sueños activan de manera frecuente la escena traumática permitiendo que lentamente vaya perdiendo su autonomía y se pueda integrar paulatinamente al sistema psíquico. Como estos sueños surgen como efecto de una experiencia emocional intensa dicha funcionalidad fue denominada como reactiva.

Sueños con exparejas 

Son relativamente frecuentes los sueños sexuales con ex parejas. Un sueño erótico placentero con una expareja puede tener que ver con el proceso de  recuperar interiormente   aquello que en una etapa de nuestra vida nos enamoró o nos atrajo de esa persona.  

Puede entonces que nuestra capacidad de amar, de darle sentido a nuestra vida o  de proveernos , que proyectamos y depositamos en esa persona, está empezando a ser nuevamente un recurso propio disponible. 

El fin de una relación de pareja lo podemos vivir como una pérdida de alma.  Un sueño erótico con una expareja puede dar cuenta que estamos recobrando nuestra alma, nuestra capacidad para amar y ser amados, nuestra motivación o sentido de vida.   

Como siempre  es relevante la actitud consciente y los sentimientos asociados. Un sueño sexual con una ex pareja puede estar también llamando la atención sobre un estado de estancamiento, quizás  un duelo que no acaba de elaborarse, o de que nos estamos relacionando o dándole cabida en nuestra vida a algún factor que está siendo una traba para  nuestro crecimiento o maduración.

Por otra parte, se considera que los sueños repetitivos pueden ser un indicativo de que el ego consciente se resiste a realizar las correcciones necesarias para el equilibrio psíquico. La función correctiva de los sueños no ha conseguido su cometido viéndose en la necesidad de aplicar más “dosis” para promover dicha transformación.

Sueños y fantasias eróticas

Los sueños eróticos en ocasiones pueden ser la recreación de fantasías eróticas conscientes. Si hacemos una exploración simbólica, no literalizada, de las fantasías es posible que nos den pistas  de un  anhelo trascendente de nuestra alma, del tránsito necesario por una experiencia de iniciación. 

Hay deseos sexuales que son incuestionablemente reprochables y apropiadamente censurados socialmente si se llevan a cabo en la vigilia  por lo nocivo que puede llegar a ser su realización para el individuo mismo o para  otros, como la pedofilia,  el incesto, la necrofilia etc. Además en lo literal, solo hay descarga, no hay símbolo, no hay contención,  no  hay transformación.  Sin embargo en el mundo onírico  imágenes relacionadas con estas prácticas, pierden su carácter perverso y adquieren un valor simbólico, como expresiones de los movimientos y necesidades del alma. 

La relación erótica con un infante en un sueño puede aludir a la necesidad de relacionarnos íntimamente con lo que se suele denominar como el niño interior:  la capacidad de asombro, el deseo de aprender, la inocencia, el juego, aspectos que necesitamos madurar. Incluso  el erotismo con un niño en un sueño puede aludir a la relación profunda con el arquetipo del niño divino, una expresión del self, el aspecto transpersonal de la psique, la vocación que busca desplegarse en cada uno de nosotros. 

El sexo con un zombi o con un muerto puede aludir a la necesidad de darle cabida en nuestra psique a la muerte como arquetipo de la renovación de la vida.  El erotismo con un animal en un sueño puede aludir a la necesidad de relacionarnos con nuestros aspectos instintivos relacionados con lo que asociemos con ese animal en particular. 

El sexo con un extraterrestre puede estar relacionado con la aceptación  de nuestros aspectos más excéntricos o singulares.  Un extraterrestre también puede ser una representación del arquetipo del salvador. 

Por su puesto lo anterior son sólo simplificaciones y generalidades a modo de ejemplo que no atienden a las significaciones de un sueño específico ni a  las particularidades de cada persona. 

Sueños eróticos con familiares como anhelo de renacimiento

Los sueños eróticos con familiares como la madre, el padre o  los hermanos  suelen generar bastante desconcierto aunque no son demasiado inusuales.

El tema de la madre-hijo amante es recurrente  en los mitos de origen de todas las culturas (Osiris de la mitología egipcia, Bachué en la cosmogonía Chibcha)   Los niños en dichos mitos  son amados, asesinados, enterrados y lamentados por las madres  y vuelven a renacer a través de ellas.

Para Jung el incesto madre-hijo posee una doble connotación. Por una parte representa el anhelo del ego retornar a un estado de dependencia infantil, donde no hay conflicto ni responsabilidades, donde somos cuidados, nutridos y amados incondicionalmente. Esta  perspectiva es cercana a la postura freudiana y posee  connotaciones negativas, ya que alude a un infantilismo, a una fijación en una etapa de inmadurez que no corresponde con el desarrollo vital. 

Por otra parte, Jung considera que el incesto en los sueños y en la mitología puede representar tambien  el retorno a la madre como expresión de lo inconsciente. El incesto entonces es la unión amorosa con la madre como símbolo de la fuente de todo lo creativo, en la que individuo  transita por una experiencia de muerte simbólica y renacimiento.   El ego se hace amante de la madre y la fecunda para renacer en un ser renovado, lo que implica la  muerte y sacrificio de su anterior condición.   

Para la psicología Junguiana, cuando hay un estancamiento de la libido, una parálisis en el curso vital,  un obstáculo que no podemos superar con los recursos psicológicos que contamos, hay la necesidad  de este retorno a la madre, que permite una revitalización y una actualización de sentido, el nacimiento de una nueva personalidad. 

 Más que el deseo de la cohabitación es el deseo de introducirse en la madre para volver a ser parido, para  nacer nuevamente. Es el deseo de unión con la esencia de uno mismo, con el self, con nuestra vocación, con nuestro particular camino. 

El hundimiento y muerte  del Sol cada noche en el mar de lo inconsciente, para renacer cada mañana renovado es una imagen relacionada. También la del héroe o heroína que es tragado por un dragón o un lobo o se introduce en el vientre de la ballena  y renace posteriormente en una condición de mayor madurez.  Subjetivamente podemos experimentar el viaje nocturno por el mar como las depresiones revitalizadora que pueden hacer parte de una fuerte crisis emocional, de un tránsito de madurez importante en nuestra vida.

La interpretación de los sueños nos permite poder  cooperar desde nuestro ego consciente con los movimientos de la psique en lugar  de resistirnos a ellos, lo que genera más sufrimiento. 

El tránsito por la polaridades 

Desde la perspectiva de la psicología junguiana el proceso de desarrollo de la personalidad no sucede de manera lineal sino que se representa como  la imagen de una espiral, esto es una circunvalación ascendente sobre un mismo punto. 

La energía para este movimiento ascendente surge de la tensión de las polaridades inherentes a la existencia, que se encuentran vinculadas como una unidad  interdependiente.  

Tal como se desprende de la noción china del yin y yang. Cuando yang -lo masculino, lo consciente, la luz ha llegado a su extremo, se originara el yin -el retorno de lo femenino, lo oscuro, lo inconsciente-. Yin y yang por lo tanto, no son elementos independientes, sino dos fases de un mismo fenómeno, bajo una visión cíclica y relativa del universo.  

Para que las polaridades se equilibren y se vinculen armónicamente, necesitan alternarse de forma rítmica, como un péndulo,  sin llegar a los extremos y separarse. Los ciclos por cada aspecto de la polaridad permiten el movimiento, la renovación  y la complejización de la vida.

A nivel psicológico la  unilateralidad en alguno de los aspectos de una polaridad interna se compensa con el advenimiento  de su opuesto. 

Un sueño erótico puede ser el movimiento de la psique hacia un aspecto de una polaridad que necesita activarse y se encuentra representado en el personaje con el que nos vinculamos sexualmente.  

 A través de un sueño erótico se nos puede estar invitando hacia una dosis de introversión, de reflexión, receptividad o cualquier otra cualidad que asociemos con nuestra pareja sexual onírica. 

Una persona que consideremos tacaña puede simbolizar la invitación a una etapa de contención.  Una persona que consideramos superficial a una actitud menos densa, más ligera con respecto a algo. Una persona perezosa, a bajar el ritmo etc.

El tercero que emerge: la función trascendente

La polaridad se puede representar como una relación erótica entre personas de diferentes nacionalidades, edades, gustos, valores etc. Podemos jugar a imaginar que polaridad se puede estar representando  en esa relación: introversión-extroversión, pensamiento-sentimiento, quietud-movilidad, intuición-sensación.

Es posible  favorecer el efecto transformador de los sueños imaginando, incluso dibujando o esculpiendo en plastilina o arcilla,  cómo podría ser el hijo  o la hija , el tercero, el andrógino que emerge de esa conjunción, que rasgos matizados de cada uno de los “padres” podría contener.  

Por ejemplo, entre un narcisista y una persona con baja autoestima, el tercero puede ser una persona que reconoce su valor y tiene en cuenta a los otros. La psicología junguiana plantea que la maduración de la psique tiene que ver con la capacidad de percibir y asumir paradojas cada vez de una mayor complejidad. 

 Los guardianes del umbral 

En ocasiones sucede que en el sueño hay alguna circunstancia que interrumpe o imposibilita que se lleve a cabo el  encuentro sexual.  La indagación simbólica de aquello que impide la unión, que puede ser uno de los padres, o algún otro personaje o cualquier otra circunstancia,  nos puede dar luces sobre aquello que es un obstáculo a superar en pos de la integración de ese aspecto. 

También nos puede ofrecer estrategias para solventar los obstáculos que se presentan en el proceso de integración, de maduración.  En el marco de la travesía del héroe serían los guardianes del umbral con los que es necesario lidiar, los dragones con los que es necesario batallar durante el viaje de transformación. 

Si consideramos que el personaje con el que no se consigue la unión posee más bien connotaciones negativas lo que impide la unión puede aludir más bien a factores internos de protección de los cuales es importante ser consciente.

Sueños con celebridades

Las celebridades como deportistas, músicos, «influencers» etc pueden ser una representación del arquetipo del héroe, personajes que funcionan como referentes e inspiración.

Nuestro héroe o heroína internos son  el factor psíquico que nos convoca a trascender los límites anteriores de nuestra personalidad, a hacer un sacrificio por un bien mayor, a trascender un miedo importante, a desprendernos del mundo conocido que ya resulta insuficiente. 

Las asociaciones que nos evoque el personaje célebre con el que nos estemos relacionado íntimamente en un sueño nos puede dar pistas de la naturaleza del viaje de transformación al que estamos siendo convocados en ese momento de la vida.

Un personaje que puede ser inspirador para una persona, para otra,  según sus asociaciones,   puede ser más bien una expresión de su villano interno, el rival, el aspecto con el que inevitablemente se entrará en confrontación.  

En ocasiones la función correctiva de los sueños funciona a  modo de caricatura resaltando un aspecto del que no somos suficientemente conscientes.  Un sueño erótico con una celebridad a la que no asociamos cualidades positivas nos  puede estar comunicando no la necesidad de la  incorporación de esas cualidades sino el llamado de atención de que nos estamos comportando o estamos siendo afectados por una cualidad que no está promoviendo nuestro desarrollo sino lo contrario.  El sueño puede funcionar como una advertencia de que nos estamos involucrando o dándole cabida en nuestra psique a un aspecto autodestructivo o nocivo. 

Sueños homosexuales

Los sueños eróticos con una persona del mismo sexo pueden representar las búsqueda de un equilibrio o maduración  a través de una dosis de amor propio,  de la integración o reconocimiento     de alguna actitud o cualidad que consideramos propia de nuestro género.  Una reconciliación con  aspectos de nuestra feminidad o masculinidad que no se encuentran lo suficientemente cultivados o que hemos estado rechazando. 

La sexualidad como metáfora o los juegos de palabras

Imágenes relacionadas con la sexualidad en los sueños  pueden ser expresión, no sólo de aspectos místicos o espirituales, sino también  de metáforas más básicas y mundanas, como las que se usan en el lenguaje popular. 

Un recurso para la interpretación de los sueños es traducir la imagen o la  metáfora visual a una metáfora oral o un juego de palabras con doble sentido.  Por ejemplo la imagen de un sueño nos puede recordar la expresión de estar “lamiendo el culo” como un modo crudo de manifestar una actitud demasiado servil o de buscar en exceso la complacencia de otros.  

Alguna imagen sexual nos puede estar invitando a reconocer o explorar el “lado oscuro” o el aspecto menos visible de alguien de alguna situación.  Alguna postura sexual en particular puede aludir  a permitirnos ser más activos o pasivos. En Colombia es usual la expresión estar “mamado o mamada” para referirse a estar muy cansado o agotado con respecto a algo. Un sueño con una imagen sexual relacionada nos puede ayudar a darnos cuenta con respecto  de una saturación de la que no somos suficientemente conscientes. 

El sexo oral en un sueño puede estar relacionado con el tema  de la reciprocidad o de la recompensa;   con la expectativa de dar y recibir algo a cambio.  Puede aludir a  una actividad placentera que no es fértil o que  es segura porque no hay riesgo de embarazo. Para alguna persona puede relacionarse con una situación de humillación,  y entre muchas más asociaciones que pueda hacer cada persona al respecto. 

La sexualidad en los sueños puede suscitar experiencias y complejos relacionados  con el ser deseado o rechazado. Con  la necesidad de poner límites o de respetar los de los demás. Con la entrega, con el dejarse llevar y muchos aspectos más.

La interpretación de un sueño se considera  válida si resulta significativa, movilizadora de reflexión, si aporta  un conocimiento nuevo sobre sí mismo o sobre otros. 

Daniel Ulloa Quevedo

Psicólogo Clínico – Psicoterapeuta Junguiano

Contacto

Referencias bibliográficas

Cwik, A. J (2013)   Dreams of Sex and the Sex of Dreams en The Jung Page

Jung, C. G. (1982). Energética psíquica y esencia del sueño. Barcelona: Paidós.

Jung, C. G. (1990). Las relaciones entre el Yo y el Inconsciente. Barcelona: Editorial Paidós.

Jung, C. G. (1991). Arquetipos e Inconsciente Colectivo. Barcelona: Editorial Paidós

Jung, C. G. (2001). Los complejos y el inconsciente. Barcelona: Alianza Editorial

Franz, M-L (1984). Sobre los sueños y la muerte. Barcelona: Editorial Kairós.

Franz, M.-L. ., & Boa, F. (1997). El camino de los sueños: Dra. Marie-Louise von Franz en conversaciones con Fraser Boa. Santiago de Chile: Cuatro Vientos Editorial.

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